miércoles, 21 de julio de 2010

Himnos.

Consultado sobre la decisión del gobierno chileno de otorgar refugio a los presos políticos cubanos, el escritor Jorge Edwards dijo que Chile era: “el asilo contra la opresión”. La frase, para cualquiera que no haya nacido en el país del sur o estuviera relacionado estrechamente con él, podría parecer una acertada inspiración del escritor.

Lo cierto es que lo dicho corresponde al último verso de la canción nacional chilena. El himno, como casi todos los latinoamericanos, habla de exaltación a la patria y la búsqueda de la libertad a cualquier precio. El cubano no es excepción, en esencia es una arenga para lograr los mismos objetivos. Lo vergonzoso es que después de 108 años de vida republicana, Cuba siga añorando el elemental derecho de vivir en Libertad. “Morir por la patria es vivir” pareciera ser el verso que más recordaba Orlando Zapata o el que inspira la terquedad heroica de Guillermo Fariñas.

Quien inició las negociaciones –por motivos inescrutables- de ofrecer asilo a los presos políticos cubanos fue el gobierno español. Ante esta situación es posible sentir vergüenza al recordar una de las estrofas eliminadas del himno cubano original. Hemos tenido que ser ayudados por aquellos que en alguna ocasión se les dijo: “ No temáis los feroces Iberos. Son cobardes cual todo Tirano.”

Este es el legado que nos dejan la tiranía de Fidel Castro, sus secuaces y abyectos seguidores. Han destruido la dignidad nacional, nos han sumido en la afrenta y el oprobio. Parafraseando el himno del país del sur, Chile nos ofrece asilo ante la imposibilidad de que Cuba pueda ser tumba de hombres libres. Esperemos que en esta oportunidad, aún valientes, corramos a por armas que no provoquen derramamientos de sangre.

1 comentario:

  1. El mero hecho de la palabra asilo político debería bastar para desmontar la mentira castrista de que no existen. Pero el mundo se ha vuelto hipócrita.

    ResponderEliminar