viernes, 15 de octubre de 2010

Represión invisible.

Recientemente, los medios de comunicación españoles, han criticado duramente a las dictaduras de China y Corea del Norte. El otorgamiento del Nobel de la Paz en un caso y la conmemoración de los 65 años de la creación del partido único en el otro, han sido las causas de la oleada criticista.

Frente a China, con larga experiencia totalitaria, la prensa española se muestra “sorprendida” con las actitudes represivas que el régimen ha tomado contra la esposa del premiado disidente. La preocupación mostrada se limita sólo al evento puntual y a la connotación del hecho. Quedan olvidadas el resto de las víctimas, huérfanas de exacerbación mediática, que han sufrido por años la opresión cotidiana. Frente al caso norcoreano la actitud es la misma.

A pesar de la falta de continuidad en las críticas a regímenes que se caracterizan por ser asiduos y férreos violadores de los derechos humanos, se agradece que -aunque sea puntualmente- las atrocidades sean mostradas. Términos como ‘dictadura comunista’, ‘represión ciudadana’, ‘falta de libertades’, son frecuentes en las notas de prensa. Sin embargo, hay otra dictadura más “cercana” que es tratada con guante de seda. El totalitarismo cubano y sus medios represivos parecen ser de otro orden. Aún en el caso de Zapata –disidente isleño fallecido después de una huelga de hambre- las críticas siempre fueron tenues.

Rara vez el desgobierno de los Castro es reconocido como dictadura y los derechos humanos en la isla parecieran no ser vulnerados diariamente. Como colofón, el gobierno español funge como vocero de la dictadura cubana ante la Unión Europea pidiendo el fin de restricciones.

El sufrimiento isleño para los medios españoles es invisible. La última colonia sólo es noticia por sus bendiciones geográficas y las exuberantes mulatas. Olvidan que allí, en el medio del Caribe, un dictador nos robó los sueños hace más de medio siglo. Ignoran que somos una nación apuñalada por la desesperanza, que no tiene ni un solo minuto que prometa como futuro.


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