Para animar el ambiente, aquí los dejo con el momento deportivo que me ha hecho más feliz. Que el 2010 nos traiga democracia, libertad, paz y sobre todo mucha jamaaaaaaaaaaaaaa!!!
Pd: Wispingui, seremos Industrialistas hasta que la Parca nos ponche.
Por la Sra. Kovacs
Mis estudiantes de Sociología en Chile son testigos de la deuda intelectual que tengo con mis antiguos profesores de Filosofía de la Universidad de La Habana. Siempre les comento que en aquellos difíciles años de la Cuba de principios de los noventas y en el contexto de la reapertura de la carrera de Sociología, ellos fueron capaces de provocar nuestra curiosidad intelectual. Evitaban con ello la complacencia o el desánimo con la ciencia social politizada que pretendían imponernos. Así generaron en aquel inquieto grupo de estudiantes las preguntas sin las que, como aprendería de Bourdieu más tarde, la Sociología deja de ser una ciencia que incomoda para convertirse en mera ingeniería social. Emilio Ichikawa fue uno de ellos. Con su particular estilo, irreverente e inquisidor, en ocasiones caótico, nos acompañó durante toda nuestra formación. A veces como amigo, las muchas como profesor. Me atrevo a compartir su intervención en calidad de jurado de nuestra tesis de licenciatura. Pese a la distancia y los quince años que nos separan de aquella ocasión, me alegro que esta grabación no haya sido –junto con las enseñanzas- una de las cosas que dejé en La Habana.
principales retos de un futuro gobierno encabezado por Piñera. El candidato presidencial debería, en primer lugar, romper con esa imagen demoníaca que carga la derecha chilena. Este hombre que para el plebiscito simpatizó con la opción de no continuar bajo el mando del dictador, fue capaz de crear un distanciamiento sano con la derecha mas radical. Es su responsabilidad propiciar un acercamiento, demostrar que la derecha chilena puede ser democrática, integradora y progresista. Otra labor ineludible sería considerar a la Iglesia sólo en el papel social que le corresponde y no convertirla en el comisario de una moralidad que ya no representa a gran parte de la sociedad chilena.
nte de ver repetidas veces la supuesta última actuación de Alicia Alonso. Efectivamente, la bailarina se oponía a dar por terminada su carrera. En las postrimerías de su trayectoria artística verla bailar era patético. Parecía una pava de muslos ya vencidos, daba tumbos buscando de manera infructuosa la clase y virtuosidad de otrora.
abana. Varios marines norteamericanos en estado de embriaguez recorrían la ciudad. Uno de ellos se trepó en la estatua de Martí situada en el Parque Central y una vez que alcanzó la cabeza del prócer cubano, orinó encima del monumento. El hecho se convirtió en ícono de los ultrajes que no deberían permitirse en una nación plena y libre.